BEGOÑA PUEBLA GIL

El pasado 21 de marzo falleció en Madrid mi compañera Mª BEGOÑA PUEBLA GIL. Sirva este texto de homenaje a una gran mujer y una gran luchadora.

Begoña Puebla Gil y yo empezamos nuestro camino profesional, casi simultáneamente, allá por el año 1993. Recuerdo de aquellos primeros años la lucha con nuestros compañeros seniors, pues queríamos trabajar,como ellos en varios partidos judiciales, algo que finalmente sucedió hace unos pocos años.

Begoña Puebla Gil fue una procuradora concienzuda a mas no poder y,  lo digo como amigo, algo maniática al trabajar, ¡pero quién no lo es en algún aspecto de su vida! Siempre pendiente del último detalle, si alguna falla tenía que tener ese aspecto de su personalidad es que la impidió delegar con tranquilidad, lo que la llevó a estar al pie del cañón hasta sus últimos momentos.

Fue una compañera estupenda que siempre estaba al quite de las necesidades de los demás y si podía ayudar en algo lo hacía.

Begoña Puebla Gil tuvo momentos muy difíciles en su vida; cuando nos conocimos hace ya más de 20 años había perdido  a sus padres; tampoco pudo ser madre, algo que deseaba con pasión, y, finalmente, el cáncer que terminó por llevársela de nuestro lado. Fue una luchadora contra esa enfermedad durante años, ejemplo para todos nosotros de fuerza y ganas de vivir. Yo no creo que hubiera podido luchar tanto. Nunca, ni cuando peor se encontraba a causa de la medicación, profería un queja. Era fantástica. Nuncas e dio por vencida

Todos esos chascos vitales fueron suavizados con un marido que la quiso y estuvo con ella hasta el final. Ángel es lo que compensó todas las esas desgracias, haciendo de la vida de Begoña una VIDA digna de ser vivida y digna de ser envidiada.

Begoña y yo no llegamos nunca a ser amigos íntimos pero siento su pérdida como si lo hubiéramos sido y espero que, ese día que nos dejó se haya convertido para ella en una eterna primavera.

Siempre la recordaré, aunque suene a tópico, riéndose mostrando toda la dentadura al hacerlo.

Descanse en paz.